Ventajas y desventajas de la dieta proteica
La dieta proteica es una dieta rica en proteínas caracterizada por el consumo de alimentos ricos en proteínas como carne, pescado, lácteos, etc. Los hidratos de carbono como el azúcar, las frutas y las verduras son excluidas de este tipo de dieta.
Las proteínas son necesarias para la formación y reparación de los músculos, sin embargo, la ingesta exclusiva de proteínas puede llevar consigo diversos problemas e inconvenientes para el organismo. La disminución de consumo de hidratos de carbono necesarios para la realización de las actividades diarias provoca cansancio, cefaleas y malestar diario.
Ventajas de la dieta proteica
Las principales ventajas que proporciona la dieta proteica son:
- Pérdida de peso: gran bajada de peso de forma rápida en una o dos semanas.
- Sin pérdida de masa muscular: una dieta proteica permite conservar la masa muscular sin pérdida.
- Sin sensación de hambre: se trata de una dieta en la que la persona que la lleva a cabo no tiene sensación de hambre.
Desventajas de la dieta proteica
Entre las principales desventajas que existen en una dieta proteica se encuentran:
- Mayor colesterol: las proteínas animales utilizadas en las dietas proteicas están formadas por grasas saturadas cuyo ingesta en exceso aumenta el colesterol.
- Daños en órganos: el hígado y los riñones pueden verse afectados por la gran eliminación de metabolitos que genera una dieta proteica.
- Deshidratación: la ingesta excesiva de proteínas lleva consigo una energía que puede causar aumento de la temperatura corporal y con ello una deshidratación del cuerpo.
- Mayor cansancio: al comer alimentos bajos en carbohidratos las personas que llevan a cabo esta dieta sienten una sensación de cansancio a lo largo del día.
- Calambres musculares: una dieta proteica puede causar calambres musculares por falta de potasio en el cuerpo.
- Trastornos menstruales: la dieta proteica puede provocar alteraciones menstruales hasta que los ovarios se adaptan incrementando su producción de estrógenos en la nueva proporción de tejido graso del organismo.